El viernes 12 de mayo s a las 7:00 p.m. se celebró el XVI aniversario de la Diócesis de Ensenada en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe con una solemne misa presidida por el Obispo Don Rafael Valdez Torres, la presencia de sacerdotes, religiosas y fieles en general.
Aquí un extracto de la homilía del Sr. Obispo: “Muy queridos hermanos, con el gozo y la alegría de nuestro Señor Jesucristo resucitado, hoy estamos reunidos en torno a su mesa, porque queremos agradecer el caminar de nuestra diócesis durante estos primeros dieciséis años.
Hoy acabamos de escuchar este texto del evangelio que nos habla de su mandamiento (el amor), nos llama además, a ser sus amigos y nos dice que hemos sido elegidos y destinados para dar frutos y con estas palabras del evangelio podemos entender lo que sucede y lo que celebramos… <nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos>… el Señor no nos pide actos heroicos, sino repartir ese amor con acciones pequeñas muy concretas, amor no es para sólo los cercanos y vinculados por parentesco, sino, para todos, sin excepción. El amor se concierte en la base de la evangelización. ¿Cómo podemos organizar actividades misioneras, formativas y caritativas si no sentimos amor por los pobres y necesitados, por los que carecen del conocimiento de Dios? ¿cómo podemos administrar la misericordia de Dios si no amamos al pecador?… es imposible formar una comunidad parroquial o grupos apostólicos cuando falta la capacidad y voluntad de amar… hemos sido elegidos y destinados a dar fruto, a llevar con gozo y alegría el evangelio, anunciar a Cristo muerto y resucitado, hacer realidad el mandamiento de su amor. Hace dieciséis años nuestra diócesis recibió del papa Benedicto XVI la encomienda de ser una Iglesia particular en la que se lleve el evangelio a todos y, hoy tenemos el desafío de buscar métodos prácticos y eficaces para que todos conozcamos el amor de Dios… tenemos el desafío de la unidad, del camino sinodal, de hacer la comunión, incluso con las partes y personas diversas y distintas a nosotros, con los pensamientos opuestos, debemos crear espacios de escucha y comprensión, dialogar y escuchar con respeto siempre al hermano; la iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan.” Terminó su homilía con una sentida oración: “Señor, que tu amor siga manifestándose en nuestra diócesis, que madure nuestra fe y siempre hagamos tu santa voluntad, Señor queremos corresponder a tu amor, ayúdanos a demostrártelo, agradecemos que nos hayas elegido como discípulos en esta iglesia, queremos ser tus testigos, tus amigos, queremos dar frutos de amor y perdón en todas las familias, comunidades parroquiales y grupos humanos, te pedimos que envíes tu Espíritu Santo para que nos guie.” Al terminar la celebración, se tomaron la foto del recuerdo.
Redacción CODIPAC
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